14th Sunday in Ordinary Time / XIV Domingo de Tiempo Ordinario

Jesus is Rejected in His Hometown.

                Today’s Gospel describes what many believe to have been the typical pattern of Jesus’ ministry: teaching in the synagogue followed by acts of healing. In his hometown of Nazareth, the people are amazed by what they hear, but they also cannot comprehend how someone they know so well might move them so powerfully. In this Gospel, we learn some interesting details about Jesus and his early life. Jesus’ kinfolk know him to be a carpenter, an artisan who works in wood, stone, and metal. He probably learned this trade from his father. This passage unfolds a continuing theme of Mark’s Gospel: Who is Jesus? His kinfolk in Nazareth might know the carpenter, the son of Mary, but they do not know Jesus, the Son of God. Mark is foreshadowing Jesus’ rejection by his own people, the people of Israel. He is also reflecting on and trying to explain the situation of the community for which he wrote. While many of the first Christians were Jewish, Christianity took hold and flourished in the Gentile community. Mark’s community was mostly a Gentile community, who may have been experiencing persecution. By showing that Jesus himself was rejected, Mark consoles and reassures his first readers.

Jesús es rechazado en su pueblo.

                El Evangelio de hoy describe lo que muchos creen que fue el modelo típico del ministerio de Jesús: enseñar en la sinagoga seguido de actos de curación. En su pueblo natal de Nazaret, la gente está asombrada por lo que escucha, pero tampoco pueden comprender cómo alguien a quien conocen tan bien puede conmoverlos tan poderosamente. En este Evangelio, aprendemos algunos detalles interesantes sobre Jesús y su vida temprana. Los parientes de Jesús saben que era carpintero, un artesano que trabaja la madera, la piedra y el metal. Probablemente aprendió este oficio de su padre. Este pasaje desarrolla un tema recurrente en el Evangelio de Marcos: ¿Quién es Jesús? Sus parientes en Nazaret pueden conocer al carpintero, el hijo de María, pero no conocen a Jesús, el Hijo de Dios. Marcos está prefigurando el rechazo de Jesús por parte de su propio pueblo, el pueblo de Israel. También está reflexionando y tratando de explicar la situación de la comunidad para la que escribió. Aunque muchos de los primeros cristianos eran judíos, el cristianismo se afianzó y floreció en la comunidad gentil. La comunidad de Marcos era mayoritariamente gentil, y es posible que estuviera sufriendo persecución. Al mostrar que el propio Jesús fue rechazado, Marcos consuela y tranquiliza a sus primeros lectores.