Behold, I am the handmaid of the Lord
On this the last Sunday before Christmas, our Gospel reading prepares us to witness Christ’s birth by showing us how Jesus was recognized as Israel’s long-awaited Messiah even before his birth. Our Gospel reading recalls Mary’s actions after the announcement of Jesus’ birth by the angel Gabriel. Mary goes to visit Elizabeth, her cousin, who is also with child. Elizabeth greets Mary with full recognition of the roles that they and their unborn children will play in God’s plan for salvation. In Luke’s Gospel the Holy Spirit helps reveal Jesus’ identity as God to those who believe. It is appropriate in this season of Advent that we consider the role of Mary in God’s plan of salvation. Elizabeth describes Mary as the first disciple, as the one who believed that God’s word to her would be fulfilled. Mary’s faith enabled her to recognize the work of God in her people’s history and in her own life. Her openness to God allowed God to work through her so that salvation might come to everyone. Because of this, Mary is a model and symbol of the Church. May we be like Mary, open and cooperative in God’s plan for salvation. www.loyolapress.com
He aquí la esclava del Señor
En este último domingo antes de Navidad, nuestra lectura del Evangelio nos prepara para presenciar el nacimiento de Cristo al mostrarnos cómo Jesús fue reconocido como el Mesías largamente esperado de Israel incluso antes de su nacimiento. La lectura del Evangelio recuerda las acciones de María después del anuncio del nacimiento de Jesús por el ángel Gabriel. María va a visitar a Isabel, su prima, que también está embarazada. Isabel saluda a María con pleno reconocimiento de los roles que ellas y sus hijos no nacidos desempeñarán en el plan de Dios para la salvación. En el Evangelio de Lucas, el Espíritu Santo ayuda a revelar la identidad de Jesús como Dios a aquellos que creen. Es apropiado en esta temporada de Adviento que consideremos el papel de María en el plan de salvación de Dios. Isabel describe a María como la primera discípula, como la que creyó que la palabra de Dios para ella se cumpliría. La fe de María le permitió reconocer la obra de Dios en la historia de su pueblo y en su propia vida. Su apertura a Dios permitió que Dios obrara a través de ella para que la salvación llegara a todos. Por eso María es modelo y símbolo de la Iglesia. Seamos como María, abiertos y cooperadores en el plan de Dios para la salvación.