The Suffering Servant
In today’s readings we experience Jesus, as the suffering servant who brings God’s love to the human family. The most powerful reason for Jesus’ death is to fill the human spirit with God’s love. Out of death has come life, the wondrous paradox, which the world does not understand. Jesus not only died a cruel death to bring God’s love to us, but He also suffered fear, terror, abandonment, and inner depression such as never had and never shall have an equal. He did this so that we too may persevere in pursuing divine love. Jesus’ human feelings left his entire heart exposed to sorrow and anguish. For this reason he cries out: “My God, why have you forsaken me?” Mount Calvary is the mount of lovers. All love that does not take its origins from the Savior’s passion is foolish and perilous. On Calvary, we can not have life without love. Nor can we have divine love without dying to our false loves. Christian wisdom consists in choosing rightly. his means we need to empty ourselves of all other loves that are destroying us so that we may be filled with God’s eternal love that gives life! When all things fail us, when our distress is at its height, say the final words of Jesus on the cross: “Into Your hands I commend my spirit.”
El Siervo Obediente
En las lecturas de hoy experimentamos a Jesús como el siervo obediente que trae el amor de Dios a la familia humana. La razón más poderosa de la muerte de Jesús es llenar el espíritu humano con el amor de Dios. De la muerte surgió la vida, la maravillosa paradoja, que el mundo no comprende. Jesús no solo tuvo una muerte cruel para traernos el amor de Dios, sino que también sufrió miedo, terror, abandono y depresión interior como nunca tuvo y nunca tendrá igual. Lo hizo para que nosotros también podamos perseverar en la búsqueda del amor divino. Los sentimientos humanos de Jesús dejaron todo su corazón expuesto al dolor y la angustia. Por eso clama: “Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” El Monte Calvario es el monte de los amantes. Todo amor que no tiene su origen en la pasión del Salvador es tonto y peligroso. En el Calvario, no podemos tener vida sin amor. Tampoco podemos tener el amor divino sin morir a nuestros falsos amores. La sabiduría cristiana consiste en elegir correctamente. ¡Esto significa que debemos vaciarnos de todos los demás amores que nos están destruyendo para que podamos ser llenos del amor eterno de Dios que da vida! Cuando todo nos falle, cuando nuestra angustia esté en su punto máximo, di las últimas palabras de Jesús en la cruz: “En tus manos encomiendo mi Espiritu”